Atrapado en el ímpetu de los que buscaban fortuna, hubo un muchacho Sueco de 18 años llamado Otto Sjöström. Igual que sus más de 46,000compatriotas, Sjöström dejó atrás el fracaso de cultivos y el peligro de su patria en el éxodo masivo de 1887. Navegando por el puerto de Malmo, llegó a Nueva York y acortó su nombre a Strom.

Strom se encontró con su hermano John quien ya había llegado a América. En sus viajes, llegaron a la ciudad de Grays Harbor, que floreció por un corto tiempo cerca de Hoquiam en la costa del Pacífico.

“Una bella foto de un gran aserradero fue parte del enganche. Tal aserradero no existía. Lotes estaban siendo vendidos de mapas y fotos por todo el Noreste,” recordó Strom.

Strom continuó solo y llegó a ser unos de los primeros hombres blancos de establecerse en los márgenes del Río Hoh. “He tenido muchas experiencias con los indios de estas partes, pero todas fueron agradables” dijo Strom. Strom se casó con Mary Fisher, una india del Río Hoh, y llegó a ser unos de los únicos hombres blancos adoptados por la Nación Quinault.

Strom dejó su marca como un herrero experimentado y constructor. “Ayudé a desarrollar lo que son las comunidades de Taholah y el Río Hoh. Abrí camino para el primer sendero entre Hoh y Bogachiel. El puente sobre el Río Hoh está localizado en mi sendero.” Más de 125 años después, todavía puedes encontrar el legado de Strom en la comunidad de las casas históricas de Taholah y en las generaciones de sus descendientes que viven hoy.

Tierra Prometida

De todas partes del mundo, los que buscaban fortuna llegaron a la supuesta tierra de promesas por su suelo fértil, madera productiva, y pescado abundante. Para 1889, los ferrocarriles habían abierto al Oeste. Miles de personas abordaron trenes hacia el territorio de Washington, persiguiendo sus sueños de poseer una propiedad.

De apenas 1,200 en 1850, la población no-India del territorio de Washington creció a casi 350,000 llegando a 1890.

Preparando su salida como el último gobernador del territorio de Washington, Miles C. Moore recordó la transformación de un soñoliento territorio a un lugar con rápido aumento en su prosperidad.

“Estos inmigrantes activos, la mejor sangre de los viejos estados, están nivelando los bosques, ellos están hurgando en las minas, haciendo túneles en las montañas, trabajando en campos de grano, están construyendo ciudades y pueblos, llenando los cielos con las ‘torres brillantes de religión y civilización.’”

Miles C. Moore, Washington Territorial Governor

Población

  • 1850: 1,200
  • 1860: 11,600
  • 1870: 24,000
  • 1880: 75,000
  • 1890: 350,000
promised land
they are coming

The Yakima Herald, April 4, 1889, Washington State Library